HISTORIA

Significado del Escudo


El mes de junio de 1989, en el marco de la Feria Nacional del Queso y el Vino, se llevó a cabo el certamen para elegir un es­cudo que identificara al municipio de Tequisquiapan; dicho es­cudo debía reunir lo más representativo de la historia, geografía y tradiciones del lugar. Por cumplir con estas características el escudo ganador fue el que se convirtió en el blasón oficial de Tequisquiapan. Tequisquiapan es una tierra pródiga de exuberante belleza, de aguas tibias cristalinas que brotan de sus manantiales, de gigantes árboles frondosos que nacen y crecen en las ricas tierras de las vegas del no, custodios impávidos del paso del tiempo y expectantes continuos del quehacer cotidiano de sus gentes. La productividad y la creatividad del artesano que trabaja la vara son signos de la dedicación y esmero del trabajo del hombre, que se vale de los recursos naturales con los que el creador a dotado a esta tierra con gran generosidad. El sol, el agua, su suelo, el clima, son recursos invaluables que el tequisquiapense ha sabido utilizar para darle sustento a sus familias y cimiento a los valores culturales de sus gentes. La parroquia de Santa María de la Asunción, representa la fuerza moral que sustenta la vida cotidiana de la mayoría de la gente del pueblo que profesa el catolicismo, herencia ancestral que dejaron los misioneros españoles en el siglo XVI, y que permanece hasta nuestro tiempo. A continuación se presentan los elementos simbólicos que contiene el escudo: El sol. Símbolo de la vida. El cuerno de la abundancia. Aparece representado por una canasta de vara, cuyo tejido es artesanal y que tiene la forma de cuerno; esta imagen significa el tipo de trabajo que da sustento a un núcleo importante de familias de artesanos y comerciantes del pueblo. La uva. Fruta distintiva de los huertos familiares de la región, tradición de años que se conserva gracias a las condiciones naturales que hacen de Tequisquiapan una tierra ideal para este cultivo. El rió. La historia de Tequisquiapan ha tenido una relación muy profunda con el agua; sus habitantes han encontrado en el río una fuente de vida, como se puede observar en la rica vegetación en donde destacan los grandes árboles que enmarcan el cauce. Al fondo del rió aparece un puente labrado en cantera, de tipo románico, que representa al hombre y su trabajo; este motivo simboliza la tradición y cultura de los tequisquiapenses.